Yolanda Barry
EN LA HIERBA.
Nos tomamos de la mano,caminabamos sin rumbo fijo,nuestros deseos nos llevarona un jardÍn secreto.
Nuestras miradas se entrelazaron,ví en tí un enorme deseo,tus manos empezaron a recorrerme,no quería separarme de tí en ese momento.
Tus besos hicieron que se me olvidara el mundo,no sentía pasar el tiempo;sobre la hierba nos acostamosy empecé a conocer tu piel,tus labios de mí no se cansaban,mostré por primera vez mi desnudez.
Como dos ingenuos amantesnos empezamos a conocer,yo te amaba en el alma,tú te diste a querer.
Mis manos acariciaban tu pecho, empezaron a viajar,por todos tus rinconesparecían volar.
Tus ojos enamoradosno me dejaban de mirar,entre susurros me decíasque siempre me ibas a amar.
Mi piel ardía levemente,no me dejabas de acariciar,tus manos las sentía ahoraen distinto lugar.
Fue un momento mágicocuando besabas mis pechos,tus dedos me penetraban,parecían tocar el cielo.
Yo no te decía nada...un silencio en mí gritaba,¡hazme mujer ahora!antes que comience el alba.
Un beso en mis labios me dabas,sentí como a mi vida entrabas,no había más testigosque las flores que nos miraban.
Mis ojos cerradosse abrieron a tus encantos,fue el despertar de un momentoque sentía que no terminaba.
Nunca olvidaré tu sonrisa,nunca olvidarás mi llanto,dijiste que perduraría,nos hicimos un solo canto.
Sé que este amor ha crecido,me lo dicen siempre tus versos,yo,te regalo mis besos,como si fuera mi último aliento.
YOLANDA BARRY.