UnaPoetaSum

La esperanza de creer

Ahí entre la oscuridad hay una luz,
un brote de esperanza,
un lugar cálido que aún anhela,
un sitio donde aún hay color,
donde aún permanecen las ganas de creer.

Es como una pieza que no encaja en el rompecabezas,
esas ganas que una vez creí extintas,
ganas de creer en la gente,
mi mortalidad me hace torpe,
más sin embargo la inmortalidad nunca he deseado.

¿Qué sería de un inmortal viendo las luces de los que ama apagarse?
tropiezo y caigo de rodillas rendida ante esa esperanza,
esperanza de amar sin un dolor constante,
esperanza de encontrar sinceridad en algún lugar,
esa arrebatadora esperanza de creer.

Una tonta quizás,
tonta por que ese rayo de luz aún permanece en mi,
dentro de todo el frío aún hay calidez,
en el interior de la dureza aún hay suavidad,
alrededor de todo solo hay una armadura.

Niña, una pequeña niña en mi interior habita,
cuantas veces has dejado tu refugio por seguir esa luz,
una sensación de que todos tienen algo bueno dentro,
de que todos son capaces de disculpas pedir,
de que todos son capaces de reflexionar.

Cuantas veces has tenido que ser como una rosa con espinas,
usar una protección y demostrar otra cara para extraer verdades,
das todo de ti,
das tu amor, tu amistad, compañía, ayuda, sinceridad
y siempre te devuelven dolor, mentiras, te empujan.

Más sabes que solo son aprendizajes e intentas no llorar,
no deseas ser el centro de atención te repugna eso,
prefieres pasar desapercibida,
prefieres ser dura como el acero,
pero por dentro mueres un poco más.

No matan lo que eres,
solo hacen que lo ocultes,
te preguntas si podrás algún día dejarlo salir todo,
el dolor, las lágrimas, el cariño, la amistad, la felicidad,
si podrás hacerlo en un mundo que solo absorbe todo,
que lo consume como una llama que se va apagando de a poco.

Mi pequeña niña,
tienes miedo,
miedo de esa esperanza que hace que creas,
 eso que te hace suave,
más no la asfixias de una vez solo la calmas y consuelas como siempre.

No te sientes parte de este mundo,
vives todo lo que puedes,
pero a veces te ha dado ganas de apagar esa calidez,
ganas de dejar que tu esencia se vuelva hielo y es ahí cuando te das cuenta que...
no puedes, estas condenada a ser siempre así a vivir con esa esperanza,
esperanza de creer.