Fríos lamentos retumban en mi cabeza
El espejo se tiñe de cortinas...
Cortinas azules y grises
Tus manos, como saetas filosas en mi piel
Tus ojos, espacios sin sombras ni luces,
Moradas abandonadas por dioses olvidados
Tu boca, cascada donde perecieron guerreros de antaño
Y tu corazón, cementerio de atardeceres
Entre los dedos de tus pies, me pierdo,
No sé si soy luz o sombra,
Pasado, presente o futuro,
Pedazos de tu piel enredados en el alma
Y tu…eres solo...tan tu…