Lo raro es estar en tu sitio
corriendo los últimos 10 años
pensando y pensando en otro lugar
con la guitarra aún durmiendo
y miles de autos corriendo
por tantas oxidadas, demasiadas, autopistas.
Voz acelerada, inconclusa, aturdida,
miro tu cara en tantas caras,
miro tu cara en otra niña y la nada
y se que estás detrás de cada puerta
tal vez con una media sonrisa,
tal vez con una mueca a medias.
Como un universo de cera,
así lo siento, como en esas mesas
como un arenero y plastilina,
un pesebre de cartón y velas y gente
Pienso en el sol oculto
detrás de tantas sombras,
detrás de tantas formas,
detrás de una cortina de bolitas
y cuando lo escribo me doy cuenta
que hace días, o siglos que llueve y lluve
y ese olor a tierra incierta, mojada,
evapora y esparce toda la distancia
que se hace cenizas y se desarma
como un sueño cuando despierto.
Viajar repleto, o vacío o con dolores
¿a quien le importa? el secreto es viajar,
viajar lejos, hacia un nuevo desencuentro
de tu cuerpo y otro cuerpo, mi cuerpo,
y mirar por las ventanillas
hasta decirlo.