Todo calla alrededor, la oscura noche se ha postrado,
La turbadora corriente de viento revolotea y espira,
Ojos que aclaman verse reflejados y hurtarte el sentido
Persistiendo poder descubrir tu olor cuando respira.
Alzo la mirada al cielo infinitamente nocturno,
Puedo observar un sinfín de luces radiantes,
Esas, a las que todos llaman estrellas, pero no,
Deberían llamarse ilusiones por que son como un sueño.
Reclinado y mirando, mi cuerpo se corta
Mi voz huye y no ansió ni una palabra
Mis oídos percatan el soplo que obstruye toda asonancia
Y en mi pensar me hundo en un laberinto de fantasía.
En la luna tu facción se proyecta a partir de mis fanales,
Pienso en ti a cada soplo a cada respirar,
En tus labios que son vitalmente deseables,
Pero en mi situación no queda más que esperar.
Mis emociones alteradas aclaman tu presencia,
Las estrellas son tales que juegan con mi mente,
He implorado, reído, apenado, todo en un instante
Mi aliento vuela al espacio en busca de tus caricias.
Una gota de llanto derramo y resbala por mis óselos,
De nuevo la noche junto con las estrellas hizo de las zullas,
Jugaron con mi cabeza, mi cuerpo no pudo hacer menos
Me perdí en la oscuridad de la noche, bajo las estrellas.