La clara y suave luz de la mañana
Que atraviesa a tu ventana
Va entregando su delicada caricia
A tu rostro y en tu boca
¡Oh delicia!
Brota la miel
De tus jugosos labios
Que cual sabroso arándano
Van borrando la hiel
Cuando a mis labios tocan
Esos labios ansiosos
Por recorrer tu piel
Y por sentir tu tacto
Va acrecentando el deseo
De respirar tu olor
De fragante nardo
De yacer entre tus piernas
De despertar sobre tus pechos
De sentir el calor
Que emana de tus manos
Y un olor de frescas hierbas
Inunda tu habitación
Y emergen de las sábanas
Ungidas de pasión
La ternura y el deseo
Y se convierten en canción.