Te tuve una noche estrellada, solitaria y silenciosa…
Donde encajaron electrónicamente nuestros pensamientos
fue tan real que pude sentir hasta el palpitar de tus cimientos
cuando brazos te cobijaron desnuda y te pinte en mil cuentos…
Me contaste tu linda historia, y yo invente la mía,
No sabía si aquel maravilloso momento existía…
Comenzamos a reír sin saber que esos besos dolerían
Solo sabía en ese instante que despertar no quería…
Hoy eres en mis versos la princesa eterna y mía
Que se fue con su propia historia llena de alegría
Que en la vida misma, aconsejarme inocente solía
Que llamarme para decirme “cuídate” siempre repetía…
Freddy Vasquez