Hoy escribe una poeta hueca, hagan favor de no sorprenderse si mis palabras no tienen impacto; hoy escribe una mujer sin corazón porque se lo han robado.
Fue a penas ayer que de su voz salió un “ya no te amo”, perdóname si te ofendí pero “esto no tiene caso”…
Y tomó sus pertenencias y se fue de tajo, se llevó todo lo que yo amo; tomó una maleta y la llenó de sueños de mi corazón hecho pedazos, y en la otra mano tomó una bolsa que llenó con sus abrazos, ahí mismo metió los besos, las ilusiones, las promesas, los planes, nuestros amaneceres y nuestros ocasos.
Se llevó mi vida entera en un segundo, la tomó, se la guardó y yo me quedé viendo sin atreverme a reclamar por el ultrajo.
Lo dejé que se marchara pero dejé mi puerta emparejada sólo por si acaso...
Todos los Derechos Reservados. Alicia Acevedo Inzunza ©