Versos van, versos vienen;
la literatura lanza flores
al agobiado fruto social
de esta indecorosa mediocridad.
¡Nos tachan los versos!
¿A qué… la cruel indiferencia?
¡Si tan solo queremos
luchar contra el oscurantismo!
Susurren a su crisálida,
¡incítenla a dramatizar!
Mientras nuestras letras…
se empolvan en el olvido.