Las paredes a mi alrededor se desvanecen y se transforman en aves negras que vuelan hacia mi con rapidez y brutalidad. Mis oídos se inundan de interminables aleteos, mi piel se desangra al ritmo del filo de sus picos... Sus plumas caen en mi boca y se funden en mi garganta produciendo un líquido negro y viscozo parecido a la tinta de un poema.