Fuiste como ese sueño que llega inesperado,
despertando con palabras, mi tonto corazón,
no mediste sentimientos, lo sentiste tan ajado,
nunca pensaste, que me abrí al amor.
Jugaste con mi vida, de poetisa loca,
yendo y viniendo a tu antojo y razón,
por todos los versos que escribí sedienta,
te diste cuenta que tuyo era mi corazón.
Huiste mil veces de este juego macabro,
me dejaste plagada de tantas ilusiones,
buscaste amor en esos otros corazones,
que creyeron tus palabras, como creí yo.
Ahora ya no vuelvas mas a escribirme,
tu careta de ángel bueno, por fin cayó,
destrozaste mis sueños que aún tenian vida,
pero estoy dispuesta a encontrar otro amor.
Sé que es difícil, después de amarte tanto,
llegar a olvidar lo que jamás pasó,
no seré nunca, una mas en tu vida,
mis ojos se abrieron, se acabó el amor.
Yo solo quería ese sentimiento sincero,
que en mis sueños dementes se vislumbró,
pasar una vida juntos, amar sinceramente,
por fin, el telón de esta obra ¡¡solo cayó!!
MARIA HODUNOK