Hoy estoy con los pies dentro del agua clara, transparente y cálida.
Estoy viendo los peces que juegan con mis dedos dándoles mordisquitos amigables.
Y al verlos pasar vuelven a mi mente pasajes de mi vida, unos gratos… otros no tanto.
Veo a mi niña con ojitos de miel, sorprendida de ver los peces en el agua, su cuerpecito desnudo ¡chapoteando feliz e inocentemente! Lanzándome chispas de agua para hacerme participe de su inocente juego…
En esto me llama mi hija…para recordarme que es muy tarde y tenemos que irnos… ¡que pronto crecen los hijos!
¡Ayer eras una niña! Y hoy…eres una mujer de 23 años…
¡Ayer te acune en mis brazos! ¡Cuerpecito cálido e inquieto como pececito de rio!
Hoy me sorprende tu madurez de niña, que de repente me vuelve a la realidad…cuando estoy meditando y me pierdo en recuerdos…yo, yo te miro a los ojos y de aquella niña que jugaba en el rio. Solo quedan esos ojos tan claros, que en lo más profundo, todavía se alegran; cuando miran el agua con sus peces nadando…
No lo dices ¡pero se que recuerdas, cuando eras una niña y gozabas chapoteando! ¡ y corrías desnuda, gritabas excitada de ver tantos pececitos jugando, mordiendo tus deditos , comiendo pedacitos de pan y retozando…
¡Viste como si lo recuerdas!
¡Ya lo leí en el fondo de tus ojos claros!
ELENA LISETT PEREIRA CORDERO