Recuerdo la mañana en que cruzamos miradas
No sabía lo que pasaría, nisiquiera lo imaginaba
Eras lo que menos esperaba
Hoy tu recuerdo me cobija en la noche más helada.
Llegaste a mi vida como una amiga
Y sin saberlo, te fui queriendo día con día
Entre pláticas y risas, me enamoraba tu voz angelical
Tu mirada le dio a mis versos sentido musical.
Contigo apredí a rimar con la vida
Descubrí el poder de una mujer y su sonrisa
Eres imponente como rosa en medio del jardín
Sin duda alguna a tu lado soy feliz.
Cada cuarteto de esta poesía es la recompensa
De que tu lindura y tus gestos esten en mi cabeza
Solo quiero escribirte algo tan sincero y bonito
Que de tu corazón te robe al menos un suspiro...