teresa ternavasio

Quisiera

Entre todos los mortales, quisiera ser el más sabio

Y  colgar campanas, en tus ojos de cielo

Sin que envidie la alegría,  de los pájaros que cantan

Cuando dan la bienvenida, al sol de cada mañana

 

Quisiera mostrarte el mundo, a través de la esperanza

Y decirte los colores, que hacen feliz a las almas

O las palabras que encienden, el amor en las miradas

Quisiera que con tus manos dibujaras en el agua

El perfil del que más amas, para poder acariciarlo

 

Sabio, como el misterio de la noche cautelosa,

Que busca a los que se quieren, y en dulce conjunción,

Pasea sus corazones, por lugares que el viento

En huída atrevida, su virtud arrebató

 

Quisiera ser el que sabe, a quien ama el picaflor

Que besa a todas las flores y se va con su sabor

No tiene para ninguna, su fiel promesa de amor

Avanza, batiendo alas, ignorando su candor

 

Quisiera  ser el más sabio, y poder adivinar,

Lo que la luna confiesa, cuando en las aguas del mar,

Entrega a las honduras, su total hermosura,

Descansando entre sus brazos, hasta que llega la aurora

 

Quisiera ser el más sabio y saber de las disputas,

Que a veces tienen las nubes y producen cataclismos,

Que con cuchillos de luces, afligen al cielo mismo,

Que desangra en transparencias, el dolor de la inocencia

 

Quisiera saber, quisiera. Reír en vez de llorar

Vivir como el labrador, que junto al intenso sol

Riega con su sudor, los trigales convertidos

En mantos de oro, tejido.