Entre todos los mortales, quisiera ser el más sabio
Y colgar campanas, en tus ojos de cielo
Sin que envidie la alegría, de los pájaros que cantan
Cuando dan la bienvenida, al sol de cada mañana
Quisiera mostrarte el mundo, a través de la esperanza
Y decirte los colores, que hacen feliz a las almas
O las palabras que encienden, el amor en las miradas
Quisiera que con tus manos dibujaras en el agua
El perfil del que más amas, para poder acariciarlo
Sabio, como el misterio de la noche cautelosa,
Que busca a los que se quieren, y en dulce conjunción,
Pasea sus corazones, por lugares que el viento
En huída atrevida, su virtud arrebató
Quisiera ser el que sabe, a quien ama el picaflor
Que besa a todas las flores y se va con su sabor
No tiene para ninguna, su fiel promesa de amor
Avanza, batiendo alas, ignorando su candor
Quisiera ser el más sabio, y poder adivinar,
Lo que la luna confiesa, cuando en las aguas del mar,
Entrega a las honduras, su total hermosura,
Descansando entre sus brazos, hasta que llega la aurora
Quisiera ser el más sabio y saber de las disputas,
Que a veces tienen las nubes y producen cataclismos,
Que con cuchillos de luces, afligen al cielo mismo,
Que desangra en transparencias, el dolor de la inocencia
Quisiera saber, quisiera. Reír en vez de llorar
Vivir como el labrador, que junto al intenso sol
Riega con su sudor, los trigales convertidos
En mantos de oro, tejido.