Este mensaje es para usted.
Sí, usted, la de sonrisa infinita.
Pero, ¿cuál es el mensaje?,
es sencillo como usted misma,
y si tengo suerte, quizá igual de bello,
y ya que hablamos de belleza, puedo comenzar.
Usted es bella.
Si, ese es mi mensaje,
pero no me mal entienda,
no es bella como la de ese poster,
no como esa que silban, usted es bella en esencia,
y cuando digo a esencia,
no me refiero al perfume que usa,
me refiero al pequeño gesto que esboza cuando habla en voz baja,
o sus dilatados bucles pintados sobre el óleo de su espalda,
me refiero al silencio en su belleza,
como las flores de cámbulos en un paisaje,
como el reflejo del cielo en la quietud del agua.
Es una belleza con vida,
con movimiento, con alegría,
con luna, con plata,
es esa sombra que le acompaña pero no le opaca,
su nombre y su apellido,
su voz y sus gritos,
es el reflejo purpura que dibuja el sol en su piel de ébano ámbar,
el rubor en sus mejillas,
el vacío dominante en su mentón,
es la extensión inexplorada de sus labios,
el color cálido de su espíritu.
Magia, eso es lo que es su belleza,
un conjuro para soñadores,
un acertijo humano para conquistar su silueta,
su singularidad,
sus deseos de matices vivos,
pero al mismo tiempo es misterio,
ese que guarda bajo llave al inicio de sus pupilas,
y que protege con comentarios sueltos,
con sátira impregnada de almíbar,
vive en sus ausencias,
en sus charlas espontaneas,
que no perciben el tiempo,
que dilatan el aburrimiento.
Ese es mi mensaje,
su belleza en letras,
letras con deseos de usted.