DEL LADO DE ALLÁ
El bohemio cigarrillo se extingue
en la Rue du Cherche-Midi
y la Maga aparecía mordiedo el sosiego
-¡ Está ataviada!- Gritó Hugo Wolf.
En tanto el insomnio devorando a Horacio
se apersona en el Hotel rue Valette
atestiguando un crimen de lujuria
que engendró la farisea elegancia.
¿ Muñequito insignifcante, novela trascendente, muerte heroica?
Hoy una bolsa parda cubre esa insensatez llena de vigilia.
La noche muere en París, la Maga llora.
No llora con lágrimas, llora con rayuelas.
¡ Sí eso es ! Con rayuelas, asteroides y una cama desaliñada.
DEL LADO DE ACÁ
Buenos Aires nos recibe…sin enojo, pero con angustia.
-No nos trata mal, nos lava las heridas- Escribe Traveler.
Un mate tiñe chácharas repletas de pudor…
¡ Vos sabes experimentar eso!
¿ Himnos órficos, alalias en primera y en segunda acepción?
¿Te digo la verdad? Ese Dios está tan lejos como esas letras…
Sí, ese Dios que con amenidad se ríe de la genial insensatez
del buen Cortázar, un antihombre que nos regaló
un camino al infierno de los versos…