Te imagine descalza por la calzada que pocas veces dejaste untar tus pies
sobre las rocas y las tristezas puntiagudas
quebradas del dolor que sentiste, al ver la piedra angular derramar las lágrimas
sobre la angustia que derramaste de tus párpados anochecidos,
allí en el adiós de los colores, entre la luz y la oscuridad
donde te fermentaste en sombra perseguida por tu propia esperanza...,
y te duele caminar sobre el vidrio molido,
perforando cada exilio de tu corazón
en ese pecho tan extenso y doloroso
que se amarra de huesos filudos y cortantes
estrechando las razones sentimentales
de padecer la misma enfermedad
que tus antepasados,
habitando los secretos de la felicidad
en una muerte súbita enterrándose en la soledad...,
no siempre amar es amor
no siempre amor es amar
no siempre es caminar,
no siempre correr,
es caer, tropezar
sufrir los embates
de eternizar el sufrimiento de la realidad,
ya cuando la noche se ahoga en la garganta
y la luz del día quema las entrañas.