Siento que el viento se ha vuelto sutil.
Que la tormenta se convirtió en brisa,
Y que el dolor se volcó a bonanza.
Las brasas que me tomaban, han ido extinguiéndose.
Solo escucho el eco de una voz perdida.
Te fuiste, y ha quedado en zozobra mi alma.
En esa quietud que siempre quise tener,
¡Amor y melancolía! Hermosa dicotomía.
Dos mundos colisionaron entre sí, formando un universo.
Una galaxia inconsistente, hecha de tinta y papel.
Jamás olvidaré tus caricias de miel;
Espero olvidar tus manos pronto.
No llenarme de ajenjo y amar tu dulzura.
¡Vive tu nuevo mundo, junto a tu placebo!
Y yo buscaré un nuevo rumbo, una musa quieta donde pueda descansar.