No te amo como si fueras una sombra en el cielo,
como una ráfaga imposible de alcanzar o
un soplo eterno imposible de entender;
Te amo como se ama todo lo perceptible,
todo lo bello, todo lo perdurable.
Te amo con un gesto sincero, con un corazón enloquecido
y con un alma cegada capaz de entregarse plenamente
por una mirada, por el regalo de un segundo de tu tiempo.
Te amo así, a escondidas y abiertamente,
sin egoísmos, sin caprichos, como la luz que ayuda a crear sueños,
como el aroma que conquista sentidos y como el viento que busca robar sonrisas.
Te amo sin saber como, sin comprender por qué,
sin darme cuenta, sin planearlo.
Te amo directamente, sin problemas ni pretextos;
así te amo porque no se amar de otra manera,
porque no conozco orto sentimiento más grande,
porque ya no tengo otra dirección que seguir,
tan solo la que me lleva a ti.
Te amo para comenzar a adorarte, para reconocer el infinito
y para no dejar de amarte nunca.
Te amo de tal forma que no hay tristeza ni desencanto,
te amo a tal magnitud que nadie podrá arrebatarme este amor.