Dominatorque

La naranja

Como a la naranja, divides mi cama,

Entonces, me visto herido de aurora,

Y descuelgo el sigilo sobre tus madrigales.

Me hundo prematuro, hasta tu paladar ácido,

Donde mis labios te resucitan,

Y descubren un panal de abejas malnutridas.

Como de la naranja a sus espinas.

Yo el perfume de sus flores vírgenes

Y de mi ombligo un hormiguero azaroso

De mis dedos, una hiedra sedienta de muros blancos.

Un leve rubor, de azahares vencidos sobre tu cuerpo