Yerta y muy enferma se encuentra mi alma,
Tan yerta que parece me abandona
Siento que me estoy quedando vacío,
Sólo cuerpo y piel, nada me aprisiona;
Escucho un grito, entre inmensa agonía,
Un grito en la niebla, la lontananza;
Un grito que me hace palidecer,
Es grito interior: el grito de mi alma...