Están nuestras almas en las sombras amantes,
Entre los aromas de las dulces rosas,
Explorando nuestros sabores a cada instante,
Intentando tomarse ambas ansiosas.
Y luces tenues nos alumbran la fantástica velada,
Mientras nos llenamos la boca de besos incontables,
Siendo tu alma esta noche la más amada,
Viviendo amorosos y encantados instantes.
Y nacen maravillosos e innumerables secretos,
Me miro en el reflejo de tus ojos negros y discretos,
Creciendo el amor en ese espléndido momento,
Que hacen nacer para ti nuevos y románticos versos.
Me llevas al paraíso de mis anhelados sueños,
Jugando y corriendo como lindos gatos negros,
Y nuestros espíritus se entrelazan en un mágico suspiro,
En maravillosos sentimientos en esta bella noche nacidos.
Entre las evocaciones amorosas de la alcoba,
Llenos de tus fragancias de tiernas rosas,
Mientras nos llenamos de besos nuestras bocas,
Se detiene el tiempo en la habitación silenciosa.
“Me entrego a tus ojos iridiscentes y sobre mí tu encanto viertes, con ademanes de ángel inocente, con los brazos abiertos de un amor atrayente.”