Tal vez sea eso,
ser sensato y no creer,
y de hecho tener la suficiente fuerza de voluntad,
no solo para eso,
para no creer,
sino para no tentarse en el camino…
Sonrisas que parecen invitaciones
y son solo momentos de desesperación
de almas más tenues que la propia.
Miradas brillantes
que permiten vislumbrar
caminos de luz,
pero son solo destellos
que despiden los trozos de cristal
de almas rotas como la propia.
Caricias que despiertan sensaciones
que se creían muertas,
en un cuerpo ya desierto y exangüe,
que se aferra a un mundo de sombras y máscaras. …
Y después de una noche
plagada de lágrimas y alaridos
de mi alma que se pregunta dónde se fue la alegría,
viene sin permiso alguno el amanecer;
y sin otro lenguaje que el llanto,
pido sensatez y voluntad…
…Suficiente fuerza de voluntad,
no solo para no creer,
sino para no tentarse en el camino.