Llegando a casa después del trabajo
Con las fuerzas caídas cual estropajo
Y en su cama encuentra jugando
Un ángel de risos, alegre saltando
Lo saluda con las más grande sonrisa
Que borra el cansancio cual suave brisa
Esa voz es la música más bella
¡Que no la iguala ninguna estrella!
Es la razón por la que sale temprano
Por quien camina bajo las estrellas
Por quien daría con gusto una mano
Su niña, su princesa: ¡La más Bella!
Ella extiende sus brazos sonriente
Y así le pide que se aleje
No por desprecio, más bien impaciente
De Jugar un rato con quien la protege
Es saltar al vacío y ser atrapada,
Por esos brazos en los que confía
Y en pleno vuelo ser abrazada
Por el mortal que de amor desvaría
Solo tres años le bastan para confiarle
A este hombre de golpe su vida
Y al volar su amor entregarle
A su padre, pues: ¡Es su consentida!
¡Hija mía! Gaviota engalanada
Nunca olvides lo bello de tu vuelo
Has alegrado mi vida desviada
¡Por tu amor he tocado yo el cielo!