Te quiero, te quiero cada día más
aunque Dios te llevó consigo,
aunque ya no estés conmigo
sueño día y noche contigo.
Te quiero, te quiero con locura
prque fuiste mi vida y mi ternura,
porque te llevo prendido en el corazón,
tú, esposo querido, mi único amor.
Te quiero, te quiero con pasión,
con mil pasiones contenidas
abriendo en el pecho heridas
por el dolor de tu ausencia
traspasando el alma mía.
Te quiero, te quiero te decía
enamorada de tu ser, de tus ojos,
de tus palabras, de tu sonrisa,
de aquel sentido del humor
que conservaste de por vida.
Y llevo en el crisol del alma
constante, el fuego amante
pulido como un diamante,
labrado en amor puro
su luz reconfortante.
Y al partir, con tu vuelo conseguiste
que mi amor aumentara día a día
como una dulce y suave caricia
entre mis manos dormida.
Te quiero, te quiero con nostalgia
recordando hoy aquel nuevo día
que un sueño nos parecía
la realidad que unió
tu vida con la mía.
Fina