Era mi soledad unas de esas cosas que solemos colgar en el perchero.Y era,un puñado de cenizas acuñadas en mis ojos que no me dejaba ver el sol(a tiempo o a destiempo) del túmulo terrible de emociones que se revolcaban en mi alma como si de un torbellino se tratara.
Era mi soledad acompañada ese gran peso como cruz de cementerio que me tenía suspensa en espera de la nada....
La vida es un instante, y en el siguiente ya puedes morir.
Así que olvídate de recoger las perlas que has tirado a la orilla del camino,el camino no es más que un nosocomio de almas errantes que no tienen sitio fijo,lo sé,porque yo he sido andadora hasta la saciedad,de esos confines inombrables a los que llamamos destino.
Me he sumergido en aguas profundisimas de olvido avivando mi sola certeza involuntaria de que la soledad es solo eso:Ser el número uno sin el cero....y aullarle a la luna como el lobo herido que no encuentra reposo...
Mi nombre debió ser Soledad. (Mi nombre es otro) pero sin serlo me sigue tragando su enorme boca y sin embargo la costumbre (ya no duele tanto) y deja que cuelgue mi pena hecha manía en cualquier lado.
Essia
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