A ti te gusta
la farra, la fiesta,
la música, la poesía, bailar...
Ya en mi juventud he pasado
por todas esas atracciones...
Ahora, ninguna de ellas me agrada.
Sobre todo, la música,
menos la clásica,
me resulta aburrida;
el baile, algunos pasos recuerdo,
y la poesía...
no quisiera la nombres...
es un conjunto de palabras,
de sentimientos,
que prefiero no recordarlos...
ni siquiera nombrarlos...
Me han comentado de
una famosa joyería
que se encuentra en quiebra,
y está por cerrar.
Se me ha ocurrido una idea,
y tú serías la que podrías
ayudarme asaltarla...
¿Te animarías?
Tienes atracciones físicas
que podrías llegar a engatusar
al vendedor...
es el único que estará
en el negocio...
Mientras tú miras las joyas,
yo realizaría el histórico
asalto, aunque tenga que matarlo.
Te aseguro que de acuerdo
a cómo tengo planeadas las cosas,
solo tú y yo nos enteraríamos...
Anímate, con el producto
de las joyas robadas,
ya tengo al comprador candidato.
Un malandra como yo
y como tú, si es que me das el sí.
¿Dónde quieres que nos encontremos?
En esta joyería,
que cambiaría tu vida
y seguro la mía también...
No lo pienses demasiado.
El atraco está cerca.
Decídete, y no te arrepentirás.
Así podremos decirle adiós a la pobreza.
Espero tu decisión,
y tu recompensa ha de ser una fortuna.
Te espero, con una repuesta afirmativa.
Derechos reservados de autor(Hugo Emilio Ocanto -09/02/2014)