La luz que deriva de las teas es intermitente
no tardará en extinguirse
Formamos un inquebrantable círculo vicioso
tenemos una y otra vez
la misma conversación enfermiza
trasladamos un mundo encarnado
alrededor de una candileja
Bajo la luz comatosa
los dientes semejan pequeños bloques de hielo
nuestros gestos descoordinados
nos hacen parecer arlequines
pero en realidad seguimos siendo
los mismos animales unguiculados
que decidieron guarecerse
bajo el goteo de la calcita
Este día o cualquier otro
podríamos dar pasos hacia la luz
pero no soltaremos fácilmente
las púas que nos martirizan