Nadie sabe lo que hay detrás
del pincel de un gran pintor,
ni de la pluma de un poeta.
Nadie sabe lo que se esconde
en la cromática oscuridad
de la tinta y la paleta.
Si su obra son solo manchas de sangre;
si lo escrito fue labrado con un puñal;
o si es solamente la tenue bruma que empaña
los papeles y los lienzos con su paz.
Nadie sabe la verdad,
ni el poeta , ni el pintor.
Tan solo dejan que de sus dedos
fluyan espectros y hadas,
que se anidan en su derredor.