Camino a pies desnudos
por la playa de tu cuerpo;
no tengo tierra ni patria,
tan sólo un hueco en el viento,
para que me lleve lejos
allí donde estás durmiendo.
Por la arena del desierto
ando con mi manto puesto;
no tengo brazos que arrullen
ni en la chimenea un fuego.
Te veo un momento y me alejo
No quiero despertar tus sueños.
Camino a pies desnudos
por la playa de tu alma,
sin riendas que me sujeten
ni sandalias para protegerme.
Sólo voy hacia adelante,
sin brújula y sin camino,
con el espíritu humilde
sabiendo que no me quieres.