“Es tanto así la soledad,
Que hablo en espesa tinta,
Para no ahogarme en mi silencio,
Para no dejarme llevar por el vació”.
Estoy estrangulando mi ser,
Intentando que mi veneno no hiera,
Pero están difícil detenerme como una bestia,
Tengo rabia, tengo deseos, todo puede ser,(...)
Empuño mis sueños, mi edad,
Siento ganas de gritar en mis sabanas,
Quizás también en el espacio,
Sin dejar afuera a la parroquia,
Odio tanto, Es algo que poco experimento,
Pero lo callo como si fuera secreto,
Mas soy un niño que se relaja con solo ver a fuera,
Con recordar lo bueno que todo era,
Solo pido no tener mas rencor,
Porque me consume agriamente por dentro,
Parezco una escultura que intenta ser descifrada,
Un sin gesto que todo lo rebela,
¿Alguna vez cuando te encuentras solo en el baño,
Ves la cicatrices en tu cuerpo?,
¿Esas de cuando caminabas, corrías o patinabas?
Quizás si, han cicatrizado, y la vemos tanto,
Que no las recordamos, Por eso sanan y no se borran,
¿Quien dice que no hay alma?
Sí cuando dañan los sentimientos empuñamos el pecho,
¿Qué hay allí? ¿algo adentro está herido?,
Qué no sangra pero te duele como si fueras a morir,
Aveces me digo sí ese dolor alguna vez sana,
No lo sé, quizás se transforme en otro sentimiento,
Y bendito sea el que sonría después de padecerlo,
Sólo sé que, Esas cicatrices siempre estarán en recuerdos,
Que no dolerán, pero como las del cuerpo jamas se borraran,
Se mimetizaran con el trascurso del tiempo,
¿Que hay del miedo?
No lo sé, yo deje de patinar,
Pero me encanta andar en cicla,
Aunque ahí también tengo cicatrices,
Pero me volví un experto en las curvas,
Tanto asco y cosas pendientes por decir,
Que sólo con un escorpión me puedo comparar,
Uno que se envenena cuando lo logran acorralar,