En la tristeza del hombre
Basta un si para querer
Poder encender un lumbre
Así el hombre pueda llegar a ver
Que hay todo un mundo que quiere comer
Una vida por delante
Corriendo a los desvanes
Para sacar el odio de los panes
Y beber la tan intolerable
Falta de los que cantan los refranes
La mirada del hombre
Fina e incalculable
Diversa de tantas humanidades
Reflejada en el arte
Aquí van las partes
Que conforman al hombre
Unido a los males de sus hermanos
Que son tan animales
Una historia por atrás
Se han escritos tantas obscenidades.
Como innumerables verdades en la oscuridad
Perecen muertas en los desvanes.
Se venció la fecha de la comida
Que desperdicio de humanidades
El que hacer del hombre
Conservado en sus verdades
No molesta más
A sus jurídicas verbales
Predilectas sabidurías
Las que encarna a su venida
Y deja que su sed
Acabe con sus avenidas
Su energía, resaltada e infinita
Reducida en tantos actos de atrocidades
Desgarrada por el hombre
Su hermano humano
Descartado en la violencia
Cae su mano en lo que ya está olvidado
la maquina del hombre
Obediente a los deberes
dictadora del consumo y el derroche
aspiradora de sueños de la noche
alusiva al joven hombre aspirante
ilusiva a la falsedad de toda una vida
enriquecida por el artefacto
Maquinante corre el prestigioso hombre
Tenas retrocede la originalidad de la vida
Pobre vida envenenada y visionada por la ira
Traicionada por quien la anima
Desparramada por quienes tantos se admiran.