Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle
sembrado de flores de caramelo
y atravesado por un río de mermelada de frutilla.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
y gobernado por una reina, un mago
y cientos de duendes reposteros.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
a pocos metros de una cascada de miel
y un lago de leche azucarada.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
junto a un bosque de árboles
de goma de mascar de diversos colores.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
bajo un azulado cielo de mazapán, acompañado por pequeñas nubes de crema y merengue.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
y rodeado de montañas de turrones y frutas secas.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
iluminado por un inmenso sol de vainilla,
relleno de dulce de leche;
y por las noches,
por una deliciosa luna confitada.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
con caminos nevados con helados
de todos los sabores.
Hay un castillo de chocolate
perdido en un valle,
que a diario recibe e invita
a miles de niños a disfrutar
una inolvidable merienda.
Hay un castillo de chocolate,
perdido en un mundo de fantasía,
lleno de mágicas golosinas
y eternos sabores de la infancia.
Hay un castillo de chocolate...