Tal vez sea cierto, soy mal geniado
que con poco mi alma se atiza
y que no me apaga ninguna brisa
intolerante al máximo grado.
¿Como hice para haberte enamorado?
preguntan, nadie sabe, con una sonrisa
me cautivaste y quitas con esa risa
de mi frente, las arrugas del enfado.
Tú eres el oasis de ésta sequía
mi remanzo de paz y tranquilidad
sos mi amiga, mi faro y guía.
Quién me hace olvidar ésta sociedad
falta de comunión e inhumana hidalguía
donde impera la infamia y la maldad.
II
Pero cómo no tornarse iracundo
si éstos dirigentes de pacotilla
piensan tener el asa del mundo
y nos mueven a cada lado con su boquilla.
Será nuestro aguante tan profundo
que no hallemos una simple pastilla
que acabe con éste mal inmundo
y nos lleve aunque lesos a la orilla?
Los que del pueblo se lucran, ¡malditos!
que dejan para sí lo que es ajeno,
ya vengo de levantar mi voz de protesta.
La ley cree que apagaron mis gritos,
pero volveré de paz y amor lleno
hasta acabar con su bonita fiesta.