Desde el cielo de mis ojos observo como la geografia de tu cuerpo responde al estímulo de mis caricias y el roce de mis labios.
Partiendo desde la Profundidad de tú vagina, pasando por el valle de tú vientre, hasta escalar la latura de tús senos, yo me deleito haciendo estremecer tú cuerpo, al mismo tiempo de que escucho tus gemidos que son el rezo de una mujer que grita porque rompan las cadenas que encierran su morbosa pasión y su inocente amor