El frio gélido de tu ausencia, ha envuelto
Mi alma de cristales cortantes
ha herido mi corazón galopante…
Tal vez, me he merecido tu lóbrega retirada
Y me ha tocado aprender a vivir con ello,
Siendo un caballero he quedado
En la batalla sin armadura, ni hierro…
Vulnerable, endeble, sensible al
dolor del desconcierto y como embrujado
Vago en el paraje con andrajos viejos
de tu recuerdo…..
vivo cada instante, sintiendo
que muero cada día…
al saber que de vosotros,
tengo solo, el destierro.
Duele tener que callar
fingir que mi vida sin ti es mejor
mientras lloro por dentro de dolor
Empiezo a delirar; ha divagar
siento que la vida me va a dejar,
en tu ausencia, no puedo más….