Abro mis ojos en este día de lluvia,
Y me encuentro;
Perdido y devastado por el tormento en mi agonía
Trato de sentir mis manos
Y mis venas me detienen por orden del corazón
¡Hace frío y no es mi culpa!
Es culpa de este cuerpo que pensó era libre
Y se olvido de mi, su alma.
Trato de volar y mis alas pesan demasiado;
Trato de levantar mi mirada, pero ya estoy congelado
¿Y es que algún día volverás a mí, sol de oriente?
Trato de soñar y mi cuerpo no cede,
Y al final;
Solo soy un peón de mi corazón.
Pero aquí estaré pues soy el alma de un guerrero
Que en la tormenta se queda en vela y prueba valentía
Que se mueve sigiloso entre las sombras y gotas
De esas lagrimas de sangre que bombeo por dolor
¡Todo es frío y no soy yo!
Y regresará a mi ese aroma
Y mi cuerpo recordará que existo
Y abriré mis ojos en este día de lluvia,
¡Sonriendo… En paz y sereno!
Veré el arcoíris y será el final
Donde una alma, peón guerrero
Encontró su lugar.