Te ví volver engarzada
entre versos y amuletos
con ese pañuelo rojo
y verdes los ojos fieros.
Esa antigua suave mirada
mirando los ojos presos
cuando veías absorta
mis ojos color embelezo.
Ese que ya se apagó
y no enciende ya tus cenizas
pero tu recuerdo siempre
aún me revitaliza
Imaginándote de nuevo
en esas mañanas claras
con el sol alumbrando
tu cuerpo como de diva.
Fuiste la mujer preferida
caminando por mi vera
ahora tu andar cadencioso
mirando la otra acera.