Maximiliano…
El saber de tu existencia,
Fue para todos, motivo de felicidad.
Más ahora tu ausencia…,
No brinda a nadie resignación ni conformidad.
Tu repentina partida de ayer,
Cortó en dos el alma de tu padre,
Dejó corazones rotos por doquier,
Y vacíos de ti para abrazarte, los brazos de tu madre.
Lloran tus padres tu mudanza hacia el cielo,
Más ahora Dios, te arrulla y te canta en sus brazos,
Mientras cerquita te mira sonriente tu abuelo,
De quien tu disfrutas de su compañía y sus abrazos.
Corre feliz entre las estrellas! disfruta la presencia de Dios!
Eres un ángel más, que cuidará de tu hermano.
Lloraremos por siempre tu adiós...,
pero nuestras oraciones siempre te recordarán con amor, a ti… Maximiliano.
Claudia Alhelí Castillo