Oigo ese grito, la plegaria desesperada
que sale del espíritu humano
oigo el hambre, el vacío de las almas
oigo la desolación el gemido de la sed,
de los caminantes en el desierto
¡Oigo el llanto y el terror nocturno
de los deprimidos!
Me desespera el agonizar,
el genocidio constante que baña a la tierra
de los muertos sin amor,
los arrastrados por las olas
de la mentira elaborada
y quisiera ser un heroe que los haga volar
¡Veo a la gente caer con vendas en los ojos!
Se me desborda el llanto de pasión por ellos
se me llena el alma y el cuerpo de ganas
de gritar, orar y ser la verdad
ser la integridad de la justicia
De ser la soga luminosa
en el pozo sus angustias
que se agarren de mi piel
y la desgarren si así tiene que ser
para traerlos a Luz
Siento amor, verdadero amor
la compasión que rompe en llanto
y me arrodilla, que se transforma en voz
y en incienso que sube a la eternidad.
Ruego ardiente que rompe
el silencio que los ata.