Pocitos en las mejillas
dibujan esa sonrisa
picara y seductora
no importa la hora.
Ojos que se achinan
con amor me miran
ternura divina
que me cautiva.
Ceño fruncido
me da escalofríos
corazón dolido.
Carcajada que presagia
que aparece esa magia
y a mi me contagia.