Por todos los tramos recorridos
de tus dulces manos.
Al conectarnos, llevándonos por
un instante eterno a sumergirnos
en el afán de saborear
fragancias que nos siguen envolviendo.
Divinos nuestros encuentros,
e inquietante la paciencia
con la que que espero, decirte
que quiero sueños redondos.
Solo tu sabrás descifrarme,
ver sobre estas letras
lo que nadie podrá leer...
Nuestros viajes, únicos viajes
que sin ir y venir realizamos.
Lo mal y lo bueno, que será
siempre eso...
Y lo que no se dijo y se debe
decir... Ambos lo esperamos.
Mi querido, has echado a andar
sobre ésta, melodías...
Tu mirar rodeante que perpetra
lo que soy...
Así todo lo generas,
tienes tu toque, que me atrapa.
La magia de un genio...
Mi amor, vamos despacito
a leernos...