Aun hoy, recordar mi primer poema me genera una melancólica vergüenza,
sin embargo, desastroso y rengo sigo pensando que fue
mi mejor poesía\"
Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo.
Bajaron por una vertiente,
vinieron sin ser llamados,
cayeron en un profundo manantial
de pensamientos,
aquellos deseos de libertad
buscaban su camino al mar,
es ahí donde empezaron a bajar
una vez más,
corrían con la puesta del sol
fallecían con el alba del
nuevo día,
recorrían mundos de fantasía,
jugaban con la mente,
con la mía,
paseaban por vías, calles y avenidas,
iban y venían sin parar,
solo buscaban llegar a la orilla
donde los esperaba el mar,
podían ser días, horas vidas,
cuando al llegar,
la luna sobre sus cabezas vuela,
y este poema deja.
Merci à tous