Es un padre con potestad de absolutismo,
con la virtud de los mortales,
y sueños por precipicios,
por la ironía en mil y tantas deidades,
que claman vicios.
Es un camino agreste,
de cortantes minerales,
y en los destellos la codicia,
y en el dolor yacen los males.
Es un coralino suelo,
de agua salina sofocante,
con la tormentas bajo el cuello,
y la fatiga un estandarte.
Una madre que re-pare,
y en vuestra muerte
dolores nos mitiga,
Hacia el fuego de un fornido fénix.
Y en nuestro corazón yace su nido,
y en la razón carga un vecilio,
y en el amor una partida.