Raúl Daniel

Las Américas

No son tres Las Américas... son dos

y están algo entreveradas,

una es de color café,

la otra se pinta clara..

 

Hay una “América Blanca”

de metas y conquistas,

de sueños realizados,

ciudades y autopistas

y campos cultivados.

 

Hay otra que es morena,

de indios dominados,

con un pedazo del África

traído a jirones en los barcos...

 

Una América de esclavos:

de niños en minas del Perú

trabajando hasta morir,

de niñas en las calles del Brasil

degeneradas...

(¡y esto no es nada!)

 

Campesinos en la América del Sur

peleando por sus tierras,

consiguiendo sólo hambre y más dolor

en una guerra que no acaba.

 

Y el “Sueño Americano” que deslumbra

de Miami, Nueva York,

Huston o Hollywood,

en una carrera de progreso y de confort

que todo logra... que todo alcanza...

(hasta la luna).

 

Recluta más esclavos el “Gran Señor”,

la “América Morena” les atiende:

Carne y granos...

y los cuerpos morenos del placer,

pero más sus manos...

las manos del servicio y del deber.

 

(Corea, Vietnam, ya son recuerdos),

hoy Colombia se desangra

y desde el Río Bravo al De La Plata,

“Cabecitas Negras” mendigando por las calles

(lo sepan o no), de un águila gigante

tienen en sus carnes,

sus garras incrustadas...

 

Hay una “América Blanca” de Doctores

enferma de avaricia...

y hay una “América Morena” de dolores

de amor y de guitarras...

 

No son tres Las Américas, son dos,

y, aunque estén algo entreveradas,

más profunda que El Cañón del Colorado

y la falla San Andrés,

la sima espiritual que las separa,

deja ver bien: La una clara...

y la otra de color café.