María

Cuando sueño...

Con los ojos entrecerrados cada noche veo lo mismo. Una fogata colorada rodeada de una esfera chocolate. Cuando los cierro,  el carmesí entibia mi corazón y el chocolate nutre mis entrañas.  Cada amanecer, el rojo, excedido, imprimió sus marcas.  Y el tinte amarronado aún no cubrió mi alma desnuda, apresurada de ansias.