Reviso entre mis viejas pertenencias,
hay cosas que me faltan
una mirada cómplice, quizá inteligente,
palabras, muchas palabras
de aliento o desaliento,
un café robándole un cigarrillo a la tarde,
algunas risas, de las buenas,
de las que sólo conocen unos labios
creo haberlas visto antes en un lienzo.
También me falta algún objeto más valioso,
una escultura y unas manos
desde las que a veces
nacen tesoros de la creación.
Son tantas las cosas que me faltan
y a la vez tengo tanto,
tengo todos estos recuerdos
que ahora alimentan este poema
y mi amor.