Hoy tus manos cargadas de amor
en otra piel al caer la noche
su pasión y ternura dejarán,
sin siquiera recordar ya
que en noches frías como esta
tu ardiente vientre deliraba
sobre el cuerpo mio desnudo.
Esto sucedía mientras pasaba ya la media noche
e insaciantes nuestros cuerpos sudorosos
agitados seguían haciendo el amor
destrozando en cada bezo el pudor
y abrazando con más deseo lo prohibido
dejando susurrar en nuestro oídos
un te amo que nacía en lo intimo del corazón.
De todo lo vivido son testigos esos días
que volaron en las alas de tu olvido
llevándose tu piel, tu sonrisa, tu mirada
también mi corazón y mis ilusiones
dejando oscuras y abismadas a mis noches
que para desahogar su tristeza
van recitando un poema sin final.