Una onda de endeble tristeza y de incontrolable dolor
Empieza a azotar nuestra existencia con gran temor
Hiriéndonos profundamente para no podernos curar
Impacta en nuestro ser como una bala que no se puede evitar.
Hace que nuestro mundo se ponga alterado
En la distancia se oye a alguien irremediablemente llorar
Que sus lágrimas se derraman sin poderse parar
Cuando en realidad es uno mismo el que es avistado.
Hay que dejar de solo estar lamentando de uno mismo
Aceptemos toda nuestra tristeza que es una debilidad
Al hacerlo hay que reformarla para que no se vuelva un abismo
Dentro de nosotros para que este se vuelva signo de vitalidad.
Ese dolor que también aflige a nuestro mundo interior
Dominarlo para que este se transmute en la espada de poder
Alzarnos en contra de lo negativo que nos trata como alguien inferior
Cortarlo con nuestra fuerza para que esta se pueda deshacer.
Ese es el camino samurái para poder todo lograr….
La oscuridad nos traga en su siniestro existir
Y la luz de nuestros ojos en este momento se ha perdido
Caemos por cada paso que damos en ese vivir
Se asume que la esperanza de nuestro lado se ha ido.
Estamos solos rodeados por las tinieblas del obscurecer
¿Realmente podemos a un adversario como ese vencer?
No lo sabremos si solo nos quedamos ahí sentados
Luchemos contra ese enemigo para no estar hacia el estar atados.
Se escucha que alguien nos dice desde la distancia:
“Hay que ver con el corazón para poderlo enfrentar”
Abriendo los ojos del corazón podemos mirarlo en la estancia
A aquel que nos habló y también a quien debemos afrontar.
Son las dos caras de nuestra forma existencial
La luz y las tinieblas que en uno mismo han de habitar
Aunque hay que enfrentarla hay que también aceptarla
Porque con esas dos somos uno y eso nos vuelve alguien especial
Para que al verdadero enemigo podemos con todo batallar.
Levantémonos una vez más con la espada del poder
Desgarremos a las tinieblas que nos rodean en su oscurecer
Abramos un camino de luz superando toda la adversidad
Porque ese es el camino samurái que todo lo hace realidad.
Ese es el camino samurái….