Nunca sabes lo que es tristeza, hasta que la vives en carne ajena de personas sagradas.
Como cuando el ruiseñor es herido por el pétalo de su rosal, como cuando su nido se ve destruido, el dueño de sus vidas los ha golpeado, de la manera mas ruin y degradante que existe en el mundo.
Nunca sabes lo que es no poder llorar de tanta tristeza hasta que la cargas contigo.
Te muerdes el labio, rechinan tus dientes, tu boca tiembla, te sientes frío, mueres por dentro, vives por fuera, no hay rosa, amor ni cariño que lo compongan; es romper en añicos tu felicidad, es pensar en un futuro vano, es no poder quererte ni poder querer a los demás, es odiar al mundo y odiarte a ti mismo.
Nunca sabes lo que significa la palabra perdido como cuando la ves hecha en plena luz del día, quieres vivir borracho, morir ebrio de sentimientos, terminar en un rincón con una sola vela que alumbre tu defunción.
Muero por un abrazo que me de su calor, un hombro en el cual llorar como vil infante, un consejo que me vuelva a ser fuerte, un rayo de luz que me cambie la desdicha.
Porque hoy si muere, hoy si muere un poeta. Hoy se proclama mi apodo, hoy muere mi cielo, hoy nace mi infierno, para mi no hay 14, para mi no hay ensueño, hoy he fallecido.